El apartamento es pequeño pero tiene todo lo necesario para una estancia confortable. La ubicación para mi muy buena si quieres vivir como un lisboeta de verdad. Las escaleras para subir a la cama no tiene peldaños sino listones cuadrados y duelen el los pies, hay que subir calzado y no tienes donde dejarlo. Hay olor a humedad pero está todo limpio. El baño muy pequeño, no puedes lavarte los dientes o la cara sin salpicar todo de agua, pero lo hicimos sin problema en la cocina. El barrio está lleno de vida, es ruidoso pero autentico, nosotros lo disfrutamos. Silvia es encantadora y te da buenas sugerencias. Este apartamento es ideal para gente joven, para gente mayor es poco confortable.