La casa es una preciosidad, no le falta de nada, tiene toallas y sábanas para poner una tienda, cafetera de capsula y de vitro, vamos, para no echar nada en falta, y David muy atento y responde enseguida, la zona una pasada, la vecina de enfrente una gozada y su perrita una pasada lo cariñosa que es, estuvimos 10 días pero aún nos falto para conocer más cosas, y eso que no paramos de un lado a otro, espero poder volver a la zona, y si es posible a esta casa.